viernes, 15 de noviembre de 2013

INFORME AMBIENTAL DEL ISEPCI

Otra mirada sobre los ríos del conurbano bonaerense
Los “rankings” de la vergüenza

El Riachuelo en el “top ten” de ríos más contaminados en el mundo fue noticia en estos días. Desgraciadamente tenemos un amplio stock para aportar a estos ránkings, como el Reconquista, tanto o más contaminado que el Riachuelo pero sin plan de saneamiento en marcha.

El ministro José Mussi respondió pronto y prolijo con el arsenal de cifras de lo hecho por ACUMAR en su gestión. “La re alidad dice que estamos aproximadamente en un 50% de la solución del problema”; “pretendemos un Riachuelo que se use para que se bañen, para que se haga turismo, para recreación y para navegabilidad”.

La realidad plasmada en el informe “Relevamiento Ambiental y Sanitario de Arroyos del Conurbano Bonaerense”, muestra una demanda menos ambiciosa y más visceral que la planteada por el ministro: tomar agua apta para consumo humano, conectarse a la red de cloacas, que pase el basurero, que la casa no se inunde cuando llueva, en lo posible no enfermarse por el sólo hecho de vivir allí.

El estudio fue realizado en el primer semestre de 2013 por el Instituto ISEPCI junto a la Cooperativa de Limpieza de Arroyos 8 de Octubre, del Movimiento Barrios de Pie, que a diario recorren kilómetros de ribera. Consistió en un registro fotográfico del vertido de basura y de efluentes en las fuentes de agua y una encuesta domiciliaria a las viviendas contiguas, indagando sobre infraestructura y servicios, situación sanitaria y su percepción de la contaminación. Se relevaron más de 600 hogares en los distritos de Lomas de Zamora, Almirante Brown, La Matanza, San Martín y Escobar.

De cada diez hogares relevados, sólo dos se encuentran en calles asfaltadas, cuatro no cuentan con la instalación de la red de agua dentro de la vivienda, sólo una está conectada a la red de cloacas. Seis de cada diez hogares manifiestan que pasa el basurero por su cuadra, pero sólo tres aseguran que lo hacen con frecuencia. Las principales enfermedades son: asma, bronquitis y enfermedades de la piel.
Respecto al Matanza Riachuelo, en Lomas de Zamora integrantes de la cooperativa debieron dejar de trabajar en varias oportunidades por las descargas industriales de  fuerte olor y color rosado sobre el arroyo Morales. En Almirante Brown, llegaron a presentar notas para que el municipio retire lo recogido durante su jornada laboral. En La Matanza prácticamente no se encontraron viviendas conectadas a la red cloacal; en el arroyo Las Víboras la recolección de basura la hace un carro a caballo, pagado por los vecinos.

Correcto es reconocer los avances realizados en el saneamiento, la limpieza de los márgenes donde trabajan las Cooperativas son un paso importante en ese sentido. Pero uno de los indicadores principales que debiera motorizar las acciones es el mejoramiento de la salud y la calidad de vida de las miles de familias que viven a la vera de estas cuencas, involucrados directos y hasta la fecha verdaderos convidados de piedra en todas las obras que se anuncian.

Las soluciones no sólo requieren de una mayor presencia del Estado en los controles a las industrias, atención en salud, mejores servicios y obras de infraestructura a nivel municipal, sino también de nuevas prácticas políticas que apuesten a la participación activa de la población en la resolución de sus problemas. Lejos del clientelismo y la corrupción que son sin dudas la peor contaminación.


Silvia Ferreyra
*Coordinadora Area Ambiente - ISEPCI

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